martes, 7 de junio de 2011

Cantos


Que no necesito más los cantos roídos del tiempo, de ascuas de hoguera donde descansan las palabras que fraguaban frases, de montañas heridas que se transforman en polvo. Consumí todo el oxígeno que entraba por las comisuras de la noche, de la espuma que genera tanto movimiento, tantas rocas, tantas brazadas…tanto de tanto, tanto de todo. Que el tiempo es un regalo, como la cima más alta que jamás se pueda alcanzar…

domingo, 5 de junio de 2011

"Conozco la sonrisa brillante de las mañanas, las tardes melladas, las desdentadas noches. Se del ahullar de gigantes en lumbres de aspa de molino, se del letargo de los sentidos entre el estruendo de monedas, se del nectar de las bocas y de su aliento en la nuca, se de las palabras inutiles como bonitas de humo, y de camas deshechas como lienzos desflorados, se de los bordes cortantes del canto herido, se de su demencial cordura.
Desconozco, sin embargo, ese rostro; vagamente familiar, que me mira a cada instante desde el espejo"

Albertucho ( El bueno, el feo y el malo ).

viernes, 1 de abril de 2011

...

Un inmenso silencio se exaltaba condecorado frente las puertas del balcón. Un sol mañanero era una premonición que el día, sería tan tranquilo como la noche anterior. Una noche de creencias perdidas, y de esfuerzos por mantener algo muerto hace tiempo, exhalándole vida para poder mantener una línea, aunque sea plana, pero las fuerzas desisten, y las ganas de continuar desaparecen, haciendo que todo lo vivido, sea un recuerdo...


Sobre la orilla inmensa, de la fría nieve, la luna ilumina como el contagio de una llama, creando un camino que da un paso tras otro, hay que apreciar esto.

miércoles, 9 de marzo de 2011

La Barca

A lo lejos veo tierra,
Anclando mi alma, me lanzo al vuelo de las olas,
Y bajo el agua una niebla transforma la luz, en total oscuridad.
Jugando con manos de ciego en cada brazada,
Me dejo guiar por las alas del ave que se cierne sobre mí,
Hasta alcanzar la tierra que espera fría.
Una tierra de arena desojada con el tiempo.
Juguetona y desafiante…
Respiro con fuerza,
Hasta que mis pulmones se encharcan del camino,
Una libertad…encadenada a un tiempo…

jueves, 24 de febrero de 2011

la ciclista

Sus ruedas eran carruseles, los engranajes del mundo que se movían al mismo compás que el riego, acompasado con la cafeína de la primera hora de la mañana. Abrazada a los pedales, empujando con fuerza, para desplazar todo lo malo al circuito que las ruedas forzaban, desgastando las ansias, descarnándolas junto la goma que dejaba tras de si…

miércoles, 16 de febrero de 2011


Voy a vestir de luto las tinieblas,
Para que veas que ellas te temen más a ti.
Te voy a enseñar la lupa que se esconde tras la luna,
Para que veas que a todos los sitios de puede llegar.
Que si tu rostro este mojado,
Sea por el sudor del camino andado.
Cuando mires el horizonte,
Pierde tus ojos a través de su polvo,
Porque allí detrás mi mano reposa,
Y en ella palabritas que te quiero enseñar.
Pero para llegar, besa el aura
Que gime blandamente las leves ondas.

Hombre viento

Solo quiero un pedazo de tierra para mí.
Un pequeño viaje por el interior de lo imposible,
Por el lugar donde la razón es más inerte que los nervios.
Ver la posibilidad, la inercia que inunda el mundo,
Contando la soledad que hay en su oscuridad,
Consumiendo la historia con hogueras.
Transformándome en un hombre de viento…
Agitándome como un muñón.
...

sábado, 12 de febrero de 2011

TU NOMBRE


Tu nombre, es como el sabor de la nieve,
De belleza salvaje,
Dulce en tus formas.
Calmada como el despertar en la fría tundra,
Por donde el tiempo pasa despreocupado,
Apenas descifrado en un diminuto lapso.
El horizonte una sonrisa,
Las montañas se modifican en la silueta,
Que transforman el confín,
Cuando la tenue luz del este
Despeja el susurro del latir,
La canción de la vida.
Que solo tu nombre es capaz de producir
En la poca vida que dejas vivir en el ombligo de tu creación.
El camino será frío y largo,
Duro y exhausto,
Peligroso como el nombre
Pero llegaré del extremo a la punta.
Dejando barrer con la sombra toda la planicie.

MATERIALISTA

Estéticas y formalismos, es el movimiento continuo de cualquier persona para alcanzar su esplendor, y realización personal, en una sociedad materialista.
Pero la libertad absoluta, se esconde tras lo mas estático. Dejando pasar el tiempo estancado y solo perceptible por una pequeña brisa, y aun así, su belleza  perenne es tan fuerte y poderosa, que puede    derrumbar, destrozar, y hacer desplomarse la convicción del materialista mas acérrimo a su propia culminación, aturdiendo a su vista y sentido, con lo mas endeble, su belleza estática y particular. Solo la naturaleza despojada de toda ansia de protagonismo, es capaz de hacernos revivir y crear el sentimiento de paz, algo primitivo que nos aleja de la jaula, donde nos encerramos con el ritmo de la ciudad.



miércoles, 9 de febrero de 2011

El ruletista


Aquí quiero comenzar una nueva etapa, una costumbre que quiero tomar, casi como una obligación. Comentaré los libros que me estoy leyendo. Y quiero comenzarlo con uno de los grandes. “EL RULETISTA”,Mircea Cartarescu, que como muchos han dicho de el <Como cuentista, Cartarescu es comparable a Kafka, Borges, Cortázar, Kundera. Uno de los mas grandes.>. Y a mi gusto tiene mucha razón.
- Durante muchos años el Ruletista se aferró a su ángel de la guarda, luchando por hacerlo bajar y arrastrándolo consigo  a todas partes. Llegó así la noche en que lo agarró del cuello con ambas manos y, haciendo acopio de fuerzas, le miró directamente a los ojos.-
Un pequeño párrafo de esta obra maestra, que llego por casualidad a mis manos. El contenido es corto pero muy intenso, poniéndonos en una situación que aunque se lea una vez más, no aburre, ya que su contenido está lleno de interés. Logrando arrastrarnos a un mundo donde parece que nada vale la pena. Y nos hace valorar todo.

No todo se puede medir...

Yo me encontraba en aquella noche sin límites, frente a un tiempo imposible de calcular, pero que se podría medir en una eternidad. Me derrumbaba hacia los lados, como un péndulo que marcara mi vaivén, una sintonía anacrónica del compás, un sentido que desvirtuaba todo lo vivido, un ansia, que me hacía despojarme de todo lo pensado. Sentirme un estúpido o un desdichado. Alguien que mira un horizonte hacia dos lados, y no descifra porque los números juegan tanta importancia. Trazados por un calendario, que quema los bocetos de los días, del segundo, de sus milésimas, y de todo aquello que no se puede medir.
Ficción, es la composición. Una estructura de cimientos ya inertes, que despojaron tantos pétalos, como pensamientos que caben en un ramo. Mostrando una verdad a la que hay que hacer caso, ya que es una verdad real, aunque desenfocada. Una verdad que como una puerta, el tiempo abrirá lentamente para poder salir, y cerrar de un gran portazo, para darte cuenta, que ya no estas…

lunes, 7 de febrero de 2011

Como en un juego, intentaba situar en el sitio, todas las piezas en forma de palabras, que se cruzaban en el laberinto, que se convirtieron los nervios de su cerebro. Intentando hacer pequeños nudos. Nudos que pasaran desapercibidos, incluso para el mismo. Porque si no, en el sueño que acompaña la oscuridad, corre el riesgo de deshacerlos.
Envidiaba a todos los artistas, aquellos que azuzaban las brasas de la hoguera, de donde nacían sus palabras.

EN EL SUEÑO


En el sueño encontraban el reposo a sus fatigas.
A el sin embargo, la fatiga se convertía tenuemente,
En un dolor intenso.
No un daño físico, sino mas bien espiritual.
Le dolía el alma,
Como el corazón de una manzana roída por gusanos.
El camino se estaba transformando con un sutil brillo,
Apenas descifrado anteriormente.
Una mutación que quemaba las fibras
De la soga, en la que colgaba, su día a día.
Lo mas sufrido, estaba por venir,
Y era juicioso,
Ya que él mismo era el mal.
El mal, que encarnaba la sed,
Producida por la niebla que le aislaba.
La resignación,
Con lo que la sombra de las dudas le podría obsequiar,
Una silueta tan espeluznante,
Como el grito del corazón de la manzana.
Su propia sombra era su mayor temor.

domingo, 6 de febrero de 2011

VEN A BESARME A SIBERIA

Ven a besarme a Siberia,
En lugares fríos dejo de sentir, y así creo que lo que existe no es real.
Que el frío congele el riego,
Que no podamos demostrar que realmente si existió,
El beso que me diste...
Ese beso, no fue real,
Solo fue un dulce roce de frío sobre mi cuerpo,
El cuerpo demente de algo atormentado.
Las noches son calientes en las calles donde me abrazaste,
Pero en siberia todo es mas gélido.
Frío intenso, frío voraz, frío...
Lo que has querido traer a mi,
Tu obsequio,
Un soplo en mi interior.
Aunque este ciego siento tu presencia, siento la congelación que sube por mi torso hasta Llegar a los labios, el instrumento que utilizaste para encerrarme en una cueva.
La hibernación esta comenzando,
Y poco a poco dejo de percibir.
El movimiento es inerte,
Las extremidades están sufriendo,
Y así dejo de sentir...
Una demencia se apodera de mi mente,
Y me condena, a lo estático.

jueves, 3 de febrero de 2011

EN LA NOCHE


Mi mente se quebró en espasmos,
Mis sentidos se entumecieron,
Mi cuerpo sudaba frente el frío mas intenso.
Ardor denso y tiritoso.
Pupilas descentradas por la beldad.
Sumergido, hundido, aturdido, emborrachado,
Ante mi estremecimiento.
Tu cuerpo despojado de atuendo alguno,
Tus muslos lamidos por finas corrientes de viento
Que se cuelan como rateros por la ventana,
Como fetichistas que solo buscan carnaza.
Mudo de termino,
Sordo de cualquier murmullo,
Ciego del contraste que produces en el entorno,
Solo tu.
Curvas que me privan de toda razón.

La transpiración se hace mas intensa,
Nos estremecemos en caricias,
Nos confesamos miradas, sonidos, olores.
Solo hacer un  nudo de simplemente carne.
Al rato tus palabras robadas de un libro
Intentan dormir lo que no quiere perderse en un sueño
Sin vivirte hasta el amanecer.

Daniela

En el bar, donde estaba disfrutando mi café de las cuatro, me fijó en un anuncio que colgaba en la pared, entre muchos otros anuncios, y en él ponía.
-Soy una chica de ven ti dos años, estudiante de teatro. Soy muy responsable, divertida y con mucha experiencia con niños. Hablo Ingles, Francés y Castellano. Estoy disponible todas las tardes. Quien lo desee, puede llamarme a este número. Firmado Daniela. Y en pie de página, cortado en tiras el número de teléfono y su nombre en cada una de ellas.
Daniela, me gustaba el nombre. Y sin darme siquiera cuenta ya había arrancado una de esas tiras, con su nombre y una consecución de números. Y mientras me lo guardaba en el bolsillo, mi primer pensamiento, fue -¿si yo no tengo niños?-, pero aun así lo guardé en el bolsillo interior de la chaqueta, y continué leyendo el libro.
Revisé las líneas intentando descifrar en cuál de ellas me quedé, y me dí cuenta que estaba totalmente perdido. Había perdido el hilo por completo, y tuve que retroceder una página completa para continuar con mi narración interna.
Cuando descubrí la parte perdida del libro, como si mecánicamente y sin contribuir de ninguna forma a ello, mi mente viajó, como si en una barca montara mi perseverancia a la lectura, y una ramificación del rio por donde fluía Daniela.
Parecía como si el simple nombre de Daniela, fuera más poderoso que la fluida lectura del libro. Y así me desviaba el pensamiento. Las palabras del papel, desaparecían de mi mente y el intento de crear una imagen de Daniela cobraba mas interés que cualquier otra cosa. ¿Cómo será?. Tan solo por el nombre comencé hacerme una imagen de lo que podría ser un boceto de ella. No podía ponerle color, ni a su piel, sus ojos su pelo, ya que por el nombre podría deducir que era Francesa, ya que, como decía en su breve currículum hablaba francés y lo escribió en primer lugar, y ese nombre, parece más común. Y así abandone por completo la historia escrita, para viajar por mi propia historia ficticia. Así fueron pasando las horas que acontecieron a los días, y mi inquietud, creía de la mano con ellos.
Noté, como mi aptitud hacia las cosas cotidianas, me asqueaba. Como dejaba que el tiempo pasará y yo tranquilo ante él. El simple hecho de no coger el teléfono cuando sonaba, se convirtió poco a poco en una costumbre, y me enfadaba como un niño, cuando no dejaba de sonar, en esos momentos sí que me apetecía descolgarlo, y gritarle a quien estuviera al otro lado, que me dejara en paz, que no tengo tiempo para él, que estoy muy distraído pensando en Daniela, y como será.
Consciente de mi desaliño con el mundo, intenté trazar un plan para poder (“intentar”) controlar esta situación, conocerla, poder saber algo mas de ella. He estado mucho tiempo pensando y pensando, pero aunque no me vea un tipo de acción, esta vez tenía que poner algún medio, o pies en polvorosa a ese pensamiento que me estaba robando la vida. Me obsesioné, con algo que no podía controlar, algo tan efímero, como un anuncio en un papel, colgada entre muchos otros anuncios, que no me decían nada.  
La decisión era sencilla, tan solo tenía que coger el pedazo de papel que arrugado de tanto mover de un lado a otro, agarrar esa maldita máquina, que ahora me daba pavor, el teléfono, marcar un número tras otro, y esperar que contestaran, para poder decir… el qué, que iba a decir, no tengo excusa para llamar. Tampoco quiero que piense que soy un loco, un trastornado, alguien que no ha tenido vida desde que por fortuna o sin ella, encontró un anuncio durante su hora del café. No tengo niños, ni conozco a nadie que los tenga, para poder recomendarla. Pero la respuesta estaba todo el rato delante de mía, podría decirle que no tengo niños, pero si muchas ganas de aprender francés, -sí, esa es la excusa perfecta-, me decía una y otra vez, mientras empuñaba el arma letal, la llave que abriría la puerta de la cordura. Marqué lentamente los números, con la torpeza de quien esté enfrentándose a un temor.
Termine de marcar el último número, y esperé que sonara el teléfono, cuando sonó el primer pitido, resonó tan fuerte en mis oídos, que mi primera reacción, fue colgar rápidamente, pero algo detenía mi mano. Como si mi mano se convirtiera en un imán muy potente. Siguió sonando, dos, tres veces, y nadie contestaba, cuando los pitidos se cortaron¡, y una voz femenina pronunció unas palabras, las cuales no pude escuchar con claridad, ya que todo parecía hueco, como con eco.  –Hola-, contesté. He visto tu anuncio en la pared de un bar mientras tomaba un café, y me preguntaba, ya que sabes francés, si podrías impartirme alguna clase, ya que estoy muy interesado en aprender el idioma-, lo solté de tal forma que a medida que decía una palabra, no recordaba la anterior. Se hizo un silencio, y por fin escuche la voz, esa voz con la que había fantaseado desde hacía un tiempo. Se denotaba su acento francés, un cosquilleo de victoria recorrió mi cuerpo, eso hizo crear un sentimiento de acercamiento por mi parte, como si todo lo que hubiera imaginado de ella, fuera real. Y fui tranquilizándome. – ¿Como? -, contesto la voz por el auricular algo aturdida. No savia que contestar, los nervios, no recordaba que es lo que le dije, tan solo recordaba, es que quería aprender francés. – Eres, Daniela? -, - Si, soy yo -. – buenas me llamo Juan, y el otro día encontré un anuncio en un bar que ponía que hablabas francés, y yo quiero aprender francés, es por si estas interesada en impartirme alguna clase entre semana, alguna tarde-, no podía creer lo que había hecho. – Pero es que no doy clases, el anuncio es para cuidar niños -. – Ya, pero pensé que si quisieras, ya que sabes francés, no te importaría darme alguna clase -. Permaneció en silencio un rato, un rato diminuto, pero como un gigante para mí, y continuó. – Lo siento mucho, pero no estoy interesada -. Y así, colgó el teléfono.

TU

Tu, cuando tu duermes lo haces desnuda de preocupación.
Y yo, yo reposo frente tus sueños,
Encadenado y gélido, con grilletes que se pierden
Con el vuelo del ave que reposa enjaulada en el iris de tus sueños.
Y yo, con el sueño tuerto,
Tuerto como una flor que no sabe donde mirar,
Donde aletargar su descanso,
Junto al miedo de no despertar junto a ti.
Tu, que tu descanso es dulce como el panal que se transforma en tu boca.
Y yo, con la agonía del pescador,
Cuando las olas no se le prestan a un goce,
Que mira sobre el agua que azota,
Y bajo ella tu sueño reposa,
Y me estremezco hasta zambullirme,
Hasta dormirme en el filo de tu sueño.
Y con el temor de no despertar junto a ti.